Hoy quiero hablaros de un tema que nos afecta a muchos: ¿por qué nos conformamos con migajas cuando merecemos un banquete? Nos pasa a todos en algún momento de la vida: en el amor, en el trabajo, en las amistades…Prepara un café y vamos a buscar solución a este tema!!
El síndrome del «me conformo»
Amigos, seamos sinceros, ¿cuántas veces nos hemos conformado con lo mínimo? Nos dicen que «un poquito es mejor que nada» y nosotros nos lo creemos. Pero, ¿sabéis qué? ¡Es una mentira más grande que la Catedral de Burgos! Merecemos más que migajas, ya sea en el amor, en el trabajo o en cualquier aspecto de nuestras vidas.
Sales con alguien que solo te da atención cuando le viene en gana. Te manda mensajes de vez en cuando, pero desaparece la mayor parte del tiempo. Vamos que te da las buenas noches y los buenos días tres días después. Te sientes como si estuvieras en una montaña rusa emocional. Pero, ¿por qué nos vamos a conformar con esto? El amor no es una dieta de hambre emocional
En el trabajo
También caemos en esta trampa. Nos decimos: «Bueno, al menos tengo un trabajo». Pero si ese trabajo te hace sentir miserable, no te sientes valorad@ ¡es hora de buscar algo mejor! No te quedes en un lugar donde no valoren tu talento. Mereces un trabajo donde te sientas realizado y apreciado. Recuerda que gran parte de tu vida la vas a pasar trabajando…8 horas al día haciendo algo que no te gusta, donde te sientes que te ahogas, donde te tratan peor que mal.. eso no es vida, acabarás triste y amargad@, enfadad@ con la vida y deseando que se pasen los días. Recuerda «busca un trabajo que te encante y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida» Pelín exagerado…… PUEDE, lo admito, pero no está falto de realidad… Un día vago lo tenemos todos, pero si te encanta lo que haces no tiene nada que ver con pasar horas haciendo algo que detestas, seamos serios, eso te da ganas de probar el balconing.
Las amistades, en ocasiones, también pueden ser un campo minado de migajas. Si tienes amigos que solo te llaman cuando necesitan algo y desaparecen el resto del tiempo, es hora de replantearte esas relaciones. Eso no es amistad, es interés. La amistad debe ser un intercambio justo, donde ambos se apoyen mutuamente. Al igual que en el amor, busca gente con tu mismo nivel de locura, gente con quien puedas ser tú, donde puedas reír a pleno pulmón sin temor a ser juzgad@.

¿Por Qué Nos Hacemos Pequeñitos?
- Miedo al Rechazo: Tememos que si pedimos más, nos rechacen. Pero, ¿qué es peor? ¿El rechazo o vivir una vida insatisfecha?
- Baja Autoestima: Creemos que no merecemos más. Pero déjame decirte algo: ¡eres increíble y mereces lo mejor!
- Zona de Confort: A veces, es más fácil quedarnos con lo conocido, aunque sea poco, que aventurarnos a buscar algo mejor. Pero recuerda, ¡la magia ocurre fuera de tu zona de confort!
Es el momento de no conformarte!! No te conformes con menos de lo que mereces. Ya sea en el amor, en el trabajo o en las amistades, establece lo que esperas y no aceptes menos. Para las rebajas siempre hay tiempo…Habla claro y sin miedo. Di lo que necesitas y mereces. No te hagas pequeñit@ para entrar en un lugar donde claramente vienes muy grande! Busca personas que te aprecien y te valoren por quién eres. Aléjate de aquellos que solo te dan migajas. Hay millones de personas y buscan alguien exactamente como tú, como amig@, como pareja, como trabajador. La confianza en uno mismo es clave. Cree que mereces lo mejor y trabaja para conseguirlo. ¡Tú eres tu mayor defensor! Deja de hablarte y tratarte mal. Tú eres tu mejor amig@, trátate como tal, por qué te hablas mal? Tu mente cree exactamente lo que la dices, si dices que vales poco, lo terminarás creyendo, acabarás pensando que es normal que te traten asi….. Cuando entiendas tu valor, empezarás a no permitir que te traten mal o que no te den lo que mereces. Empieza ya, mejor ayer que mañana. Empieza a hablarte como la princesa/príncipe que eres y no des cabida a quien no trate como tal.
Así que, amigos, dejemos de conformarnos con migajas. La vida es demasiado corta para vivirla a medias. Merecemos amor pleno, trabajos satisfactorios y amistades verdaderas. No te hagas pequeñito para encajar en lo poco que te dan. Sal ahí fuera y pide el banquete completo. Porque, al final del día, solo tú puedes decidir cuánto vales. ¡Y vales mucho!