Te tiras de los pelos, no sabes cómo es posible pero no consigues que tiempo te cunda para todo lo que necesitas?? Tranquilidad!! Te voy a contar una de las técnicas que mejor me ha funcionado, muy sencilla de llevar a cabo y verás como el tiempo te cunde sin darte cuenta. Tomamos un café y te cuento??

Verás soy una persona a la que le cuesta concentrarse, el vuelo de una mosca es capaz de conseguir que olvide absolutamente lo que estoy haciendo (literal) soy muy muy dispersa, como entenderás cuando te pasa eso, todo se convierte en una distracción. Y oye que lo intento, eh…!! Pero yo que sé , una notificación del móvil o una no notificación, porque claro esa opción de silenciar y decidir dedicar todo mi tiempo y atención a las tareas pendientes, pues yo que sé, sentía que me estresaba, porque y si pasaba algo en las cinco horas que quería estar concentrada?? Oye que igual se acababa el mundo y yo concentrada trabajando para nada. SPOILER : Ya te digo que diez minutos después estaba viendo algún vídeo chorra de los que me hacen morir de risa, o trasteando buscando algo en internet.

Luego por supuesto venía el sentimiento de culpa, de no haber estado concentrada en esa tarea que requería mi atención y que por supuesto debía quedar perfecta, porque claro a mi fantástica dispersión se le une una necesidad de perfeccionismo que consiguen estar siempre enfrentadas. Pero de repente un día leí sobre la técnica Pomodoro: Sí, como el tomate en italiano. Pero no te preocupes, no tienes que cocinar nada. Es una manera divertida de gestionar tu tiempo y, te prometo, ¡te va a encantar!

Me pareció algo demasiado simple para que por un lado funcionase y por otro no se me hubiera ocurrido a mi… Pero no, necesité leerlo para que se encendiera la bombilla.

La técnica Pomodoro es básicamente un método para dividir tu tiempo de trabajo en bloques, llamados «Pomodoros». Cada Pomodoro dura 25 minutos de trabajo intenso, seguidos de un descanso corto de 5 minutos. Después de cuatro Pomodoros, te das un descanso más largo de 15-30 minutos. Fácil, ¿no?

Solo necesitas un temporizador. Puede ser una app en tu móvil, un temporizador de cocina (de ahí el nombre, porque el creador usaba uno en forma de tomate), o incluso un reloj de arena si te sientes nostálgic@.

  1. Elige una tarea que necesite tu atención.
  2. Configura el temporizador a 25 minutos y empieza a trabajar en tu tarea hasta que suene.
  3. Tómate un descanso corto de 5 minutos. Levántate, estira las piernas, bebe agua, ojea Instagram, Si estás animad@ puedes probar con burprees, sentadillas o flexiones. ¡Lo que te apetezca!
  4. Repite el proceso. Después de cuatro Pomodoros, date un descanso más largo de 15-30 minutos. Aprovecha para descansar bien.

Te dejo algunos consejitos para que saques el máximo partido al asunto:

Desconecta las distracciones: Pon el móvil en modo avión, cierra las pestañas del navegador que no necesites, y avisa a quien esté cerca de que no te molesten

Haz una lista de tareas: Antes de empezar, anota las cosas que necesitas hacer. Así, cuando termines un Pomodoro, sabrás qué sigue.

Sé flexible: Si una tarea te lleva más de un Pomodoro, no pasa nada. Puedes usar tantos Pomodoros como necesites, pero recuerda tomar tus descansos.

La magia de la técnica Pomodoro es que juega con tu mente. Saber que solo tienes que concentrarte durante 25 minutos hace que el trabajo parezca menos. Además, los descansos frecuentes ayudan a mantener tu mente fresca y evitar el agotamiento.

¡¡A por esos Pomodoros!!

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